El documental de Haanstra mezcla ritmo de acción tanto como ritmo de montaje y ambos combinan para formar una gran pieza muy parecida a la pieza musical. Las escenas de vida laboral o cotidiana humana o mecánica con gran singularidad.
El Zoo de Haanstra me deja en la cuestión sobre que tanto conservamos los humanos de los animales. Los planos abiertos de los animales construyen la yuxtaposición con los close ups de rostros humanos.
El ritmo del montaje siempre se construye al ritmo de la música de jazz que genera una atmósfera rítmica completa junto con el montaje. El elemento de captar al ser humano en un día de zoológico común y corriente redescubre todo lo contrario que un documental de información educativa.
Para Haanstra el ser humano es el artesano, trabaja a su ritmo musical para crear piezas con precisión única a diferencia de la maquina que parece funcionar por un ritmo menos rítmico y mas mecánico encontramos la principal diferencia entre los dos. Para Haanstra la maquina sin el hombre no podría existir.
El artesano crea una pieza única con su manera de soplar y girar el vidrio es de una manera única ninguna maquina podría repetirlo.
Los puntos de vista de las maquinas generan la perfecta atmósfera maquinal en la cual están sumergidas las fabricas de botellas el ser humano simplemente supervisa la maquina esa es su labor.
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